Ella no era bipolar, ni
yo un entusiasta, nunca me preocupe lo suficiente por ella y me imagino que
ella sí de mi aunque nunca me di cuenta.
El otro día les leí
helado y pensaron que hablaba de amor, helado no habla de amor habla de
pulsión, de necesidad física y de idiotez humana; no es un cuento con final
feliz (no sé hacer finales felices) no da un mensaje bonito ni está basado en
un hecho real.
Veo hacia atrás y
recuerdo que la primera vez que fui a su casa me comí la única rosa de su
rosal, por la falta de familiaridad ella no expresó su asco o su molestia por
aquel acto tan inusual, ese día pasé ocho horas fuera de mi casa por primera
vez y regresé corriendo por miedo a que mi mamá me regañara, tenía creo que 14
años y era un niño bien mimado.
Pareciera que cualquier
obra artística humana es impulsada por el único sentimiento exclusivo del humano, el amor, y si no es así siempre hay manera de vincularlo, así vemos
una pintura que describe una lata de sopa Campbell’s y algún loco dirá que
predomina el rojo por lo que el autor estaba atrapado en un tórrido romance con
una francesita de escuálidos brazos y jugosas piernas.
No le di muchos regalos
ni supe interpretar muchas de sus indirectas, durante años nuestras peleas
fueron unilaterales, cuando la visitaba siempre había un lapso como de 3 horas
en que yo intentaba entender qué era lo que la había hecho molestar, casi nunca
lo lograba, pero al final casi siempre se contentaba o se molestaba ferozmente
y se metía a su casa dejándome afuera exponiéndome a la mirada de todos sus vecinos y de uno que otro vándalo que estaba
seguro de que mi orientación sexual no era la común.
En la creación de arte
siempre interviene el factor inspiración, que al parecer es caprichoso y solo
aparece infundido por un miembro amado o por una causa externa. Alguna vez
alguien me dijo que un verdadero artista es capaz de generarse a si mismo los
estados emocionales necesarios requeridos por su arte en el momento que lo
desee y durante el tiempo que lo necesite, me gustaría que esto fuera cierto, a
ciencia cierta no lo sé.
Según yo fui el novio
perfecto, la ayudé en casi todo lo tangible que necesitó de mi, de lo demás creo
que me quedé muy corto, nunca entendí el
mecanismo que rige el comportamiento emocional humano y por ende fui
incapaz de llenar ese vacío que me imagino debí llenar. Un ejemplo de esto
ocurrió tal vez un año después de que nos hiciéramos amigos, ella tenía examen
de Lógica y no sabía algo que yo creía que iba a entrar en el examen.
Era algo como lógica
matemática, no recuerdo bien, el caso es que ella estaba realmente molesta y no
quería estudiar, yo le insistí en que estudiáramos y se molestó y me mordió y
tiro sus lentes y me golpeó pero al final estudiamos el tema que solo yo sabía
y que al final no salió en el examen. Tal vez en esa ocasión debí haber
interpretado sus necesidades emocionales e intentar consolarla, en vez de
prácticamente obligarla a morderme.
Somos seres imperfectos
sujetos a la subjetividad de lo captado por nuestros órganos imperfectos, de la
realidad no sabemos nada ni sabremos y el amor siempre ofuscará aun más nuestra
percepción.
2 comentarios:
Mucho mejor, ahora creo que si volviste a las andadas.
Estuvo interesante no recuerdo Helado así que lo leeré pero bueno creo que ninguno de los tres calificamos como artistas me parece más bien que somos universitarios con algo de tiempo libre y mucho Argón en el cerebro
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