sábado, 21 de enero de 2012

Psicosis mañanera

Un hombre toma un cuchillo para carne y se corta el cuello.
Una mujer desesperada sale corriendo hacia el salón principal, con el rostro desencajado grita a la concurrencia que nuestro hombre se ha cortado el cuello con un cuchillo para carne y luego se desmaya sin más.
La concurrencia empieza un griterío desenfrenado, entre los morbosos que quieren ver el cuerpo, los heroes que desean "revivirlo" y los que en su desesperación no buscan que hacer.
Un hombre sentado en una amplia mesa con la cara entre las manos comienza a vomitar despues de haber visto el cuerpo, uno más grita que la vida no vale nada, otro corre en círculos mientras murmura "¡Hay Dios mío!"; una mujer se sienta tranquilamente, enciende un puro y empieza a llenar el recinto de humo.
Ocho minutos después de que el hombre se haya cortado el cuello las tres bombas que se encontraban en el salon de recepciones explotan y todos los presentes sucumben en un alarido que no llega a escucharse a más de 20 metros; las ambulancias que se encuentran afuera reciben algunos daños por los escombros que han salido volando y un policía muere mientras ayudaba a levantarse al hombre que se había desmayado después de vomitar.
A 12 kilometros de distancia una joven observa el retrato del hombre que se ha cortado el cuello y cuyo cuerpo se ha hecho ceniza mientras piensa que debío haberle dicho que sí quería ser su novia.
El hombre que se ha cortado el cuello, tal vez no lo hubiera hecho si hubiese sabido que a lo lejos la chica del retrato si quería ser su novia, pero de poco lo hubiera servido porque de todas maneras las bombas iban a explotar.
El hombre que puso las bombas no las hubiera puesto de haber sabido que el padre del hombre que se cortó el cuello no iba a acudir a la graduación de este.
...
- Un momento, ¿no merezco un final feliz?
- Ya has muerto.
-Pero tengo derecho a un final feliz, este es un cuento.
- Si quieres puedo explicar que fuiste al cielo.
- No, no creo en eso.
- Eso probablemente sea mi culpa.
- Quiero un final feliz.
- Estás muerto, si te parece puedo poner que ella se murio al saber que tu moriste, sería un final muy Shakespeariano.
- ¡NO!, yo quiero un final feliz.
- Mmm, me parece que no, de todas manera el que escribe soy yo.
- NO es justo!!!, me diste raciocinio y voz, tengo derecho a un final feliz!!!
- Haré lo que el buen Dios hace cuando sus "creaciones" comienzan a cuestionarlo.
- ¡No!, Espera.... espera....
                                              FIN

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