viernes, 13 de septiembre de 2013

Charmander 2.77

Conocí a Charmander hace mucho tiempo, cuando él no sabía mi nombre y durante el tiempo en que estaba mal gastando mi vida intentando aferrarme a algo que los dos sabíamos que estaba mal, no necesariamente Charmander y yo, sino otra persona que yo solía conocer en ese momento.
Cuando supe de su existencia supe también que era llamado “Chiquis”, mote que aludía a su corta estatura, fue algo chistoso que la gente que lo llamaba de esa manera rápidamente quedó más baja que él. Más o menos ocho o nueve años después estábamos tomando whiskey en las rocas en mi graduación; por alguna razón que todavía no entiendo, yo esperaba su llegada; tal vez la razón fue que él es una de las pocas personas que realmente leen mi cuenta de twitter.
-          ¿Qué le pasó a la gente que solía burlarse de tu altura?
-          Ahora todos son más bajos que yo.
Dijo eso y reímos medio intoxicados por la enorme cantidad de alcohol que bebíamos. La fiesta empezó a las diez de la noche y nos sacaron a las siete de la mañana del día siguiente, mientras salía del lugar unos compañeros me invitaron a ir a la casa de un amigo cuyos ancestros fueron de Noruega.
-          Vamos al after con ellos.
-          Nah, está muy lejos, creo que es mejor para mí decirle a mi novia que venga a mi casa a que me la coja.
-          Ese es un razonamiento perfecto, ciertamente posees toda la verdad.
Después de haber dicho eso partimos en direcciones dispares, no sé si su plan era tan fácil de llevar acabo como la afirmación de su posibilidad, todo lo que sé acerca de los acontecimientos posteriores a nuestra partida es lo que me comentó meses después.
-          El pinche Oso casi me pega, estábamos saliendo y el imbécil iba a toda velocidad en su camioneta, le hablé y le grité “No mames casi chocas” y el idiota me dijo “Cállate, tú no estás en mi camioneta”.
Oso es hijo de un experto en redes hidráulicas, es nuestro amigo, y durante la noche de mi graduación casi lloró cuando un joven falto de luces y propenso a encontrar formas de exasperar a la gente y posteriormente quedar aporreado en paredes le dijo “¿Wey por qué no eres hidráulico como tu papá?” a lo que él contestó “porque no soy mi papá”.
Todo el drama de oso comenzó con una conversación que tuve una semana antes de la graduación con el joven propenso a ser aporreado en paredes:
-          Te invito a un cigarro si te coges a Selene.
-          Está bien, pero no es mi novia.
Lo anterior lo dijo riendo, así que yo no pensé que de alguna manera su corazón estuviese turbado, ya en la graduación una escena parecida se presentó:
-          Ahí está, pero te coges a Selene- le dije dándole el cigarro solicitado.
-          Ya es mi novia, así que quiero que te disculpes- dijo eso y tal vez me apretó la mano con todas sus fuerzas.
-          Jajaja, no lo voy a hacer y no entiendo qué estás intentando hacer con tu mano.
Después de un rato de mantener ese tipo de intercambio de palabras con él me aburrí y le dije a Gus, uno de mis asesores de concreto y una leyenda viviente entre los ingenieros de las últimas tres generaciones o una más por su desempeño en las reuniones de alcohol, que platicara un rato con él porque no entendía que pasaba; logré escapar durante un rato hasta que el joven se le acordó con quien hablaba al principio, temeroso de entrar en una plática infinita acerca de si es o no irrespetuoso sugerirle a alguien entablar relaciones sexuales con un tercero decidí transferírselo a Oso, quien unos minutos después estaría a punto de llorar.
En el after no pasó nada, todos estaban muy cansados; si alguien me pregunta tendría que decirle que lo único interesante que ocurrió fue que Gus en un arrebato, que pareció producto del azar, le dijo a nuestro amigo de parientes noruegos “te apuesto cinco mil pesos a que el Gordo (a veces llamado como un oso protagonista de cuentos infantiles) baja 20 kilos en dos meses”, el joven de ascendencia europea contestó molesto “nel, me estás jodiendo” a lo que todos exclamamos consternados “no mames, puede que este sea el dinero más fácil que harás en toda tu vida” el dueño de la casa finalmente aceptó la apuesta y todos reímos.
Decidí que era tiempo de partir cuando finalmente entendí que no quería morir mientras me quedaba dormido al volante; el problema era que llegué a ese lugar con otros cuatro y uno de ellos estaba en un profundo estado de inconciencia de modo que tuve que instar a uno de mis acompañantes, cuyo apellido hacía alusión a los bosques, que lo despertara para que pudiéramos iniciar nuestro regreso; aceleró su mano contra la mejilla del joven en tres ocasiones sin resultados satisfactorios, pero después de unos segundos reaccionó y nos pudimos ir. En el camino a casa estuve pensando en el concreto, algunas buenas ideas me golpearon en la cabeza, las cuales eventualmente fueron reemplazadas por otras; ese día algunas personas hablaron conmigo como le hablarían a alguien con talento, lo único que tengo que decir acerca de eso es que el alcohol es malo o tal vez no.
Algunos meses después me invitaron a la playa con motivo del cumpleaños de Oso. Después de un curso de diseño estructural, mi amigo cuyo apellido hace alusión a los bosques y yo partimos hacía el mar, no sin que antes él comprara alcohol durante los últimos cinco minutos que era legal comprarlo ese día.
Nos perdimos, vimos algunas muchachas, demasiado jóvenes como para que no fuera ilegal pensar en ellas, y acepté que los amortiguadores de mi coche ya no aguantaban el peso de antes. Después de un rato encontramos la casa, algunos amigos estaban ahí, Charmander (el cual estaba a unas horas de ganar su nombre) me dijo “Te estaba esperando, algo bueno va a pasar”
-          A ti te tengo en un muy buen concepto porque no crees en Dios- me dijo Charmander.
-          Lo único que te puedo contestar es que tal vez conoces a pocas personas.
Mientras la noche se hizo más vieja el alcohol fluyó más rápido, Charmander puso en la mesa una botella de whiskey barato, pero algo bueno, y dijo “vamos a tomar esto” y yo me mostré muy lejos de desagradar esa idea, ese fue el inicio de nuestra perdición.
Un vaso tras otros, pláticas azarosas, eventualmente el Gordo y Gus llegaron; una reunión de alcohol no podría llamarse así si Gus no llega, porque si lo hace al menos media hora se habla de sus aventuras y malas decisiones en sus momentos de intoxicación.
Habría que anotar que el último consejero de Ingeniería de mi generación únicamente bebió Sprite rebajada con agua mineral. Una larga noche fue, en algún momento perdí la razón, a las seis de la mañana del día siguiente amanecí en el suelo sin poder hilar de manera coherente mis palabras, algo épico acababa de acontecer.
En algún momento entre las tres y cuatro de la mañana Charmander y Pollo decidieron partir en sus vehículos. Pollo, joven cuyos apellidos eran iguales y según yo y tal vez un amigo cuya ascendencia es alemana, es una basura en todo excepto en topografría, se había mantenido cauteloso acerca de su ingesta, pero Charmander y yo habíamos acabado con una botella sin rebajarla con ningún tipo de líquido. Habiendo avanzado sólo unas esquinas un agente de la seguridad decidió que el día se prestaba para detener a una fila de diez automóviles, entre los cuales estaban los jóvenes antes mencionados.
Lo siguiente me fue relatado por Charmander, más o menos lo parafraseo y puede tener lagunas dado que mi memoria no es tan buena.
-          No mames, Pollo no había tomado nada, yo estaba tranquilo y lo iba siguiendo cuando esos hijueputas se pusieron en una esquina en que a huevo tenía que cruzar, porque ¿si viste que la calle cambiaba de sentido? y esos maricones lo sabían, bajaron a Pollo y pensé ya me llevó la verga.
Me bajaron nos hicieron el alcoholímetro y salimos jodidos, pero yo le dije a la verga no te voy a dar mis llaves, el policía me dijo “Ah no vas a cooperar” y después se volteó a ver a su camarada y le dijo “muéstrale cómo va a cooperar” y me aporrearon contra el carro.
No sé si el acto de rebeldía de Charmander realmente tuvo lugar, ya antes me había contado que debido a sus conocimientos de física hizo llorar a una señora que lo chocó; habiendo dicho esto me viene a la mente la vez que me dijo que al quitarle la tapa a su celular Nokia y prenderle la lámpara mujeres desconocidas en un antro posaron esperando una foto.
Nigel, quien odiaba que le dijeran “Naiguel” porque se oye asqueroso, iba con ellos y le llamó al último consejero de mi generación para que vaya a buscar los carros y no se los lleven al lugar ese donde guardan los autos de los jóvenes o adultos descarriados.
El consejero y un tipo que no recuerdo llegaron corriendo a evitar la gran tragedia que significa para un hombre perder su coche, al arribar  el consejero y el otro joven pidieron permiso a los oficiales para llevarse los coches diciendo que no habían ingerido alcohol y que el reglamento se los permitía. Los representantes dijeron ignorar esa capacidad y reprimieron de manera violenta cualquier intento de diálogo, Charmander y Pollo fueron conducidos a los separos sin que nada pudiera hacerse.
Unas horas después yo despertaba, el consejero, Nigel y tal vez otra persona estaban sentados a la mesa de la casa de la playa, me uní a ellos, intenté hablar, pero no pude. Esperamos hasta las ocho para ir a la estación de policía e intentar pagar la fianza cuando recordamos que el dinero con el que contábamos no era suficiente para sacar a los dos.
Desayunamos, nos cambiaron tres veces el horario para ir a recoger a las personas detenidas, intercambiamos ideas acerca del litio; Nigel comentó que en su mundo perfecto todo es como GTA, todos somos ateos y el porno es ilimitado, eventualmente llegó la hora de decidir quién era el que salía:
-          No podemos sacar a los dos, sólo hay lana para uno, vamos a lanzar una moneda- dijo el consejero
-          Cara le lleva la verga Pollo- dije yo y le llevó la verga tres veces a Pollo.
No sabíamos quién de los tenía dinero suficiente como para pagar su fianza; sin embargo, Nigel harto de que le hablaran todos los familiares de Pollo sugirió que era mejor idea pagar la de él.
Pollo salió temblando, sin cinturón o agujetas, llevaba consigo gran cantidad de dinero y poco tiempo nos enteraríamos que Charmander dejó todas sus cosas en el coche que le decomisaron.
-          ¿Cuánto tomaste?- le pregunté a Charmander
-          Yo estaba tranquilo-
-          Jaja, el límite de alcohol en la sangre es .8, Pollo superaba por un poco el límite, pero este wey tenía 2.77, un poco más  y se convertía en inflamable- dijo Nigel
-          ¿No que estabas tranquilo?- le volví a preguntar a Charmander.
-          Casi se convirtió en un Charmander- dijo Nigel
-          Jajaja, me rompiste la madre- contestó el recién nombrado
Después de todo el drama familiar que provocó que esos dos jóvenes pasaran unas horas en la cárcel nos dimos cuenta que de todo eso algo bueno había dejado y era haber visto a una joven vestida de rojo y bien proporcionada, la última vez que vi a Charmander estaba saltando de mi carro en movimiento.



¿Piensas en mí?

¿Piensas en mí? ¿Recuerdas nuestros días bajo el sol?  ¿Sientes un hoyo en el corazón?  Al ver hacia adelante ¿encuentras el principi...