Tal vez seamos menos peros somos monos. Trabajadores de la industria bananera
martes, 10 de mayo de 2011
Malentendido
-Ya viste a esa vieja, esta rica.
-See, aguanta.
-¿La seguimos?
-Nah, que hueva, he visto mejores.
-¿Y que quieres hacer güey?
-Nada, tengo un pedo atorado, casi no puedo caminar.
-Jaja que finura.
-Ya sabes bistec, pero así me amas.
-La neta
-¿En serio?
-Seeee, ya déjame
-Dame un beso
-Ay pinche Mariana otra vez con tus mamadas, ya ves porque no me gusta tomar contigo…
domingo, 24 de abril de 2011
Amor Incondicional
Tomé un taxi a pesar de que estaba cerca del lugar donde la vería, la verdad es que no quería caminar por miedo a sudar, tengo que admitir que me sentía algo nervioso, como cada sábado. Llegué tan rápido que no me dio tiempo de pensar de que platicaría con ella en caso de que un silencio largo e incómodo quiera hacerse presente. Tomé unas mentas, no estaba seguro de querer besarla todavía pero tampoco podía decirle que no en caso de que ella me lo pida, después de todo ella me gustaba. Me encontraba en la entrada y no me animaba a pasar, me asomé en la puerta para buscarla y no la vi. Me entraron las dudas de siempre: ¿Será que me dijo a esta hora?, ¿Me dijo adentro o afuera?, ¿habré llegado tarde y se fue?.Mi celular estaba descompuesto así que no podía localizarla o ser localizado. Decidí entrar, pedir algo para esperarla y si ella no llegaba antes de que me termine mi cerveza, pediría la cuenta y me iría.
Olfateé mis axilas, revisé mis dientes, subí mis pantalones, metí la panza y entré. Miraba en las mesas para ver si ella ya estaba ahí, pero el lugar estaba algo oscuro así que no tenía muchas esperanzas de verla. Me senté y se me acercó el mesero y me preguntó si esperaba a alguien. Le dije que no, en caso de que ella no llegase no quería verme como un perdedor. Me trajo mi trago y comencé a beberlo muy lentamente, tardé quizá unos 20 o 25 minutos en beber un vaso y estaba a punto de retirarme cuando finalmente apareció. Vestía un atuendo bastante llamativo, así que todos la miraban fijamente cuando caminó hacia mí, un sujeto le tomó la mano cuando pasó junto a él, como invitándola a sentarse; me levanté indignado dispuesto a reclamarle, ella me vió le sonrió y le dijo algo al oído, él la soltó y asintió.
-Hola, pensé que no vendrías hoy ¿Quién es ese tipo?- Pregunté
-Te dije que aquí estaría y el tipo es un amigo, no tienes porqué enojarte- Me dijo sonriendo
-No tengo porque enojarme, no somos nada – respondí defensivamente
-Tienes razón no somos nada… pero si te enojaste, bueno ¿ya pensaste que haremos hoy?
-Pues no sé, lo que quieras.
-Tú eres el que decide siempre, jaja, por cierto que rico hueles.
-Gracias es un perfume que acabo de robar en el mercado- bromeé
-Jaja eres muy divertido, no como los demás- dijo ella y me tomó la mano
-Lo sé, además de divertido también soy muy modesto-
-Me gusta salir contigo, en verdad- dijo bajando la mirada, como apenada, algo que yo nunca había visto en ella
-Si en verdad me quieres, demuéstramelo- dije retador
-Te quiero más que a nadie, pero ni así te voy a dar descuento.
lunes, 11 de abril de 2011
Libre albedrío
miércoles, 23 de marzo de 2011
Punto de congelación
sábado, 15 de enero de 2011
Raki Capítulo 1
lunes, 6 de diciembre de 2010
"Fase Terminal" por Gallo
sábado, 4 de diciembre de 2010
"Todo es eventual" por Gallo
Desde que la vi, supe que debería ser para mí. Ella estaba enfrente, yo la miraba fijamente con cierto recelo, era un poco robusta pero eso era en realidad algo ventajoso para alguien que estuviera en mi situación. Yo la quería y lo oculté, pudo haber sido mía, si no fuera porque alguien más me la ganó. Sentí mucha envidia en esos momentos, pero fue mi culpa, yo dije que no, cuando en realidad si quería comerla, la ultima rebanada de pizza. Aunque para mi es más fácil quedarse con hambre a tener que agarrarla ante la mirada de rechazo social de los demás, tal vez pensando: "ese muchacho no tiene vergüenza". No había nada que yo pudiera hacer y tampoco tenía ganas de hacerlo, así que lo deje pasar. Soy de carácter apacible, cauteloso cuando debo serlo y cuando no, también.
Muchas veces las personas me dicen que me busque una novia y podría, aunque todo el proceso es algo desgastante, yo me preguntó porque no mejor ella me busca a mí, sería justo que de vez en cuando una te invite al cine o a cenar, o de perdido que te invite a una borrachera con sus amigas. Yo no sería exigente y hasta podría pagar una parte, pero bueno, creo que es mucho pedir para una sociedad de mente tan cerrada o para alguien como yo. Esa y mas cosas pasaban por mi cabeza aquel día, el día que todo comenzó, hasta que llegó aquel otro día donde todo terminó.
Me encontraba en mi casa repasando el tema que vería en la escuela al día siguiente, era algo aburrido como todas las obligaciones, pero no me podía permitir reprobar aquel examen. Era, por el momento y aunque no parezca, lo más importante de toda mi vida, así que nada ni nadie me moverían de mi silla y sacarían los ojos de mi libro. Estoy en un estado de concentración total, memorizando palabras como si mi vida dependiera de ello, porque cabe aclarar, que si lo hacía. Haciendo a un lado las amenazas que recibía de mis padres, que en su mayoría se trataban de sacarme de mi casa, golpearme y desheredarme, y también ignorando la cantidad de burlas y “te lo dije” que recibiría de mis amigos; ese examen era sobretodo muy importante para mí, ya que antes me había enfrentado con el, al menos unas 3 veces y ninguna de ellas salí victorioso. Alguna vez alguien dijo “siempre se es menos inteligente de lo que se cree, pero más de lo que se acepta”, yo estoy de acuerdo con él. Y no lo digo sin razón, ya que la confianza en mí mismo solo me había llevado al fracaso, hasta ahora. Llámese mala suerte, destino, karma, estupidez, arbitrariedad, etc. Pero la cuestión es que seguía tropezando con la misma piedra, como diría aquella canción tan mala. Así que decidí dar lo mejor en esta ocasión, estaba motivado, iba a buen ritmo, las palabras eran como moscas y mi mente mermelada, fue entonces que sonó el teléfono.
-Bueno- respondí malhumorado.
-Que pasó, donde andas- era Ricky, uno de mis mejores amigos.
-Ando estudiando en mi casa, porque ¿que quieres?- dije
-Mmta, vas a empezar- dijo riendo – Ya te dije que esa madre no te lleva a nada bueno
-Es que es importante- dije serio – claro como tú no estudias, maldito bagre asqueroso.
-Pues estoy descansando un tiempito, ya luego regreso a la escuela-
-¿un tiempito?, ya llevas así 4 años, ya metete a una escuela, que vas a hacer en el futuro, cuando quieras comprar unas cervezas y no tengas ni un peso- dije tratando de motivarlo.
-Siempre preocupándote por el futuro, entiende que la vida no es un proyecto a largo plazo, por ejemplo yo soy feliz ahora y tu no, si en el futuro es al revés, entonces eso sería balance. Además diario compro un boleto de lotería, que tal si me saco el premio mayor- dijo con tranquilidad
-Que idiota, bueno tengo que colgar, estoy ocupado-
-Sale nos vemos- colgó
Dicha conversación nada productiva me había distraído de mis quehaceres y ahora debía hacer una pausa en mi estudio mientras reunía de nuevo mis poderes de concentración. Así que divagué un rato, otro rato intente lamerme el codo y luego entre a robar en una tienda, como hacía mi amigo “el chompiras”, quien solo me enseñó a robar chicles, lo cual no es delito, según él. Pasado esto, me disponía a regresar a mi cuarto, donde tenía una cita pendiente con mi amado libro, lo abrí cuidadosamente, no quería hacerle daño; dirigía mis ojos hacía sus primeras líneas y en eso sonó mi celular, maldito artefacto demoníaco, solo me trae problemas y eso que ni lo uso, me lo compró mi mamá para poder localizarme a todas horas. Contesté furioso, sin mirar el número:
-¿Y ahora que quieres?- estaba seguro que era Ricky, maldito zángano.
-nada, solo te quería invitar al cine, pero veo que estas de mal humor- era Karla, mi mejor amiga y que además me gusta
-Perdón es que creí que eras otra persona, ¿que pasó?- dije apenado
-Ya te dije, vamos al cine no seas nena- dijo retadora
-No tengo dinero hoy- era la verdad y de paso estudiaba lo que me faltaba
-Yo invito-
-Amm, es que hoy no puedo, perdón vamos a dejarlo para otro día ¿si?- En verdad quería ir.
-Nah, era hoy o nunca sale ahí te ves- colgó
Molesto, me encerré durante horas, no salía mas que para comer e ir al baño ocasionalmente, dormir era un privilegio y yo no lo merecía, aun no. Al fin llegó el día tan esperado y mientras me preguntaba si el examen sería a las 3:30 o 5 pm, decidí checarlo en internet, nada más que para estar seguro. Me fui de espaldas cuando vi que era a las 2 pm y eran nada mas y nada menos que las 2:15 pm y aun seguía en mi casa. Salí corriendo con mi ropa sucia, despeinado, zapatos sin calcetines y el olor que mis axilas emanaban no era de lo mas agradable. No me importa nada en estos momentos, solo quiero presentar el examen. Llego al salón, todos me miran, pregunto si aún puedo contestar el examen, me dicen que sí, presento, lo veo fácil, acabo antes que la mayoría y con un sentimiento de triunfo que jamás olvidare. Salí victorioso llegue a la salida y prendí un cigarro, no fumo, pero quería verme distinguido; después de todo era seguro que pasaría. Y ahora solo me quedaba una cosa mas por hacer, presumirle a Ricky que lo había logrado, le llamé y contestó él, se oía raro, como asustado.
-¿Que pasó?- dijo
-Pasé, ahora sí vamos a tomar, yo doy mi tanda- dije motivado
-No, no, no- contestó rápidamente
-¿Qué pasó nena? ¿Estás ocupada?- dije sarcástico
-No, si puedo ir a tomar pero yo voy a dar mi tanda- respondió muy serio
-A poco tienes dinero jaja-
-Es justo lo que quería decirte- fue en eso que recordé…
-A poco te sacaste la lotería, ¡no seas mamón!- grité
-No idiota, eso solo pasa en las caricaturas- respondió riendo
-Ah bueno, ya me había asustado, si tu nunca tienes dinero, vamos que yo te invito.
-No ya te dije que yo invito- insistió
-¿Con que dinero?- pregunté
-Murió mi tío- dijo
-Pobre Nacho, lo siento, que le pasó-
-Naaaa, no él, el otro el de California-
-¿El que me dijiste que era rico?- alguna vez lo mencionó
-Si ese, ¿Y que crees? Me puso en su testamento- dijo feliz
-A poco ¿y cuanto te dejó?- pregunté sorprendido- ¿1 millón? Jaja
-Casi le atinas, me dejo 3 millones-
-No seas mamón, y que harás con 3 millones de pesos.
-Jajaja es de california, son dólares ignorante- quise matarlo, el en realidad no se lo merecía para nada y puedo decir eso siendo su mejor amigo.
-Bueno pues paso por ti al rato y ya me cuentas bien que pasó- colgué
Ya no estaba tan feliz por mi examen.
La moraleja es que es bueno esforzarse por algo y mucho más si obtienes lo que buscabas, pero un milagro siempre será mejor.
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